UPN rechaza entregar el Pañuelo de Pamplona a las primeras personas que ejecutaron abortos en Navarra

El Grupo Municipal de UPN ha rechazado esta mañana la propuesta de distinguir con el ‘Pañuelo de Pamplona-Iruñeko Zapia’ a Elisa Sesma, Pablo Sánchez y Mari Cruz Landa, por ser las primeras personas que ejecutaron abortos en Navarra, “un hecho que provocó una fuerte controversia en nuestra comunidad y que provocó la negativa de los médicos especialistas a realizar estas prácticas”.

Los regionalistas han afirmado que “el nombramiento no se ha acordado previamente con los grupos municipales, ni generará consenso alguno entre los ciudadanos”, por lo que han subrayado que “una vez más, Asirón toma la decisión de utilizar la institución para dividir a los pamploneses y generar tensiones donde no las había”.

Además, han señalado que estos nombramientos “no concuerdan con los objetivos de esta distinción honorífica”, una de las tres recogidas en el Reglamento de Protocolo del Ayuntamiento junto a la Medalla de Oro de la Ciudad y el título de Hijo Predilecto o Adoptivo, además de la dedicación de calles y otros que pudiera establecer el Pleno. Es más, señalan que en el propio ámbito médico “hay profesionales que han protagonizado importantes avances en técnicas destinadas a mejorar o, incluso, a salvar la vida de las personas enfermas que, sin lugar a dudas, podrían merecerse este premio mucho más que los decididos por el alcalde”.

En concreto, el texto afirma que “el Pañuelo de Pamplona-Iruñeko Zapia es una distinción honorífica que tiene por objeto premiar a las personas físicas o jurídicas, y entidades que por razón de su labor diaria, trayectoria personal o profesional, hayan contribuido de forma activa y notoria a la consolidación de la proyección de la ciudad de Pamplona en sus diferentes vertientes, su historia y su cultura o que hayan destacado por haber realizado una contribución excepcional a las artes o a las ciencias”.

Según el Grupo Municipal de UPN, “Sesma, Sánchez y Landa no reúnen ni uno sólo de los requisitos que el Reglamento marca para su otorgamiento y no va a generar el mínimo consenso social y político que una distinción honorífica como ésta requiere”.

Por eso, los concejales de UPN han anunciado que no participarán en un acto que, según han explicado, “utiliza nuevamente la institución de forma partidista y no pretende otra cosa que generar una polémica innecesaria”.

Por otra parte, han explicado que “la inexistencia de propuestas para este galardón es un síntoma del fracaso de este procedimiento y de que es necesario un replanteamiento de la distinción”.

“Esta ausencia de opciones podía haber llevado al alcalde a presentar a los grupos municipales una propuesta de consenso, pero ha preferido buscar irresponsablemente una polémica innecesaria con un egoísta objetivo político”, han subrayado.

Además, han dejado la puerta abierta a un posible recurso, puesto que el Reglamento de Protocolo también marca la forma en la que debe tramitarse la distinción. Según el punto 3 del artículo 14 de este texto, “su concesión se realizará previo expediente en el que deberán quedar acreditados los merecimientos que justifiquen su otorgamiento. El alcalde dictará la orden de apertura de un expediente, que instruirá el área de Cultura, en el que se dispondrá la apertura de un plazo, no menor a dos meses, para la presentación de las correspondientes candidaturas. Estas podrán serlo por su propia iniciativa, por la de un tercio de los miembros de la Corporación, de 10 entidades o de 500 solicitantes particulares y deberán estar motivadas conteniendo los fundamentos que las avalen”.

UPN ha explicado que “no hay constancia de que exista orden de apertura, no han quedado acreditados los merecimientos que justifican el otorgamiento de la distinción y se han vulnerado los plazos marcados para la presentación de candidaturas, lo que convierte este nombramiento en una auténtica alcaldada de Asirón”.