UPN de Pamplona, en contra de la participación de la ciudad hermana de Bayona en la propaganda de ETA

El Grupo Municipal de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona considera “una humillación a las víctimas y una afrenta a toda la sociedad española” la instalación en la ciudad hermana de Bayona de una escultura con el hacha, símbolo de ETA, de la que florece un árbol que simboliza el de Gernika. Por eso, propondrán que el Pleno de Pamplona manifieste su “repulsa” por este hecho.

La escultura conmemora el “simulacro de desarme” escenificado el pasado 8 de abril de 2017 por la izquierda abertzale en la localidad francesa.

Por eso, los regionalistas han criticado que “Bayona, con su alcalde a la cabeza, participe de forma muy significativa en la estrategia de blanqueo de ETA, aceptando ser sede de sus actos propagandísticos”.

Además, han calificado de “incomprensible que una ciudad como Bayona, hermanada con Pamplona y conocedora del sufrimiento que ha causado ETA en nuestro país y también en Francia, permita que se coloque en su ciudad elementos de la simbología de ETA”.

“La decisión del Ayuntamiento de Bayona ha provocado una importante controversia en la ciudad francesa ha dividido a sus representantes, pero sobre todo ha generado un inmenso malestar entre los colectivos de víctimas, no sólo por la falta de sensibilidad demostrada por el alcalde Jean René Etchegaray, sino porque en ningún momento se les ha tenido la más mínima consideración”, han explicado.

Por otra parte, el Grupo Municipal de UPN en Pamplona propondrá que “el Consistorio acuerde instar al Gobierno y al Parlamento de Navarra a eliminar la exigencia de contar con planes de euskera a empresas y autónomos que quiera contratar con la Administración”.

Los regionalistas consideran esta disposición adicional “absolutamente desproporcionada con la realidad lingüística de Pamplona y discriminatoria para las empresas radicadas en la ciudad”.

De hecho, han recordado que, según estudios recientes financiados por el propio Gobierno de Navarra, únicamente conoce y utiliza el euskera el 3% de los pamploneses, “por lo que es obvio que esta disposición adicional responde únicamente al anhelo de los grupos que sustentan el Gobierno Barkos de extender su imposición ideológica nacionalista también en el ámbito de la contratación”.