Participación y chistorradas

Confirmado: la participación que ofrece a los pamploneses el Alcalde Asirón es una trampa. Depende del barrio o del colectivo de que se trate, la participación es una u otra. A medida del consumidor.

Que un colectivo amigo quiere un gaztetxe en Mendillorri, le llaman “edificio de consumo energético cero”, se hace y ya está.

Que en el mismo barrio otros ciudadanos quieren un ascensor, sin escucharles se paraliza la contratación que ya estaba en marcha, se monta una falsa participación vecinal para ver si se quiere el gaztetxe o el ascensor, se marea la perdiz y el ascensor sigue sin hacerse cuando el gaztetxe ya está acabado.

Si los vecinos de la Chantrea quieren un parque, se trabaja con ellos durante meses y meses, se saca un concurso en el que es obligada la participación vecinal, y se llega a una solución consensuada. Una participación en toda regla.

Que los vecinos del casco tienen problemas de tráfico, se abre otro proceso de participación y se llega a lo que los vecinos quieren (el famoso circuito cerrado casi inaccesible para los comerciantes) Otra participación en toda regla, pero sesgada sin duda desde los intereses de los residentes por encima de los comerciantes.

Que el señor Asirón quiere “amabilizar” el ensanche, se elabora una propuesta y…. se ejecuta de manera improvisada, a base de remiendos de hormigón en las aceras, de rayas pintadas en el suelo que sólo valen para confundir, de quitar aparcamiento de rotación para los comerciantes poniendo así en riesgo sus negocios. Y como no saben muy bien que hacer, dicen que la actuación es provisional y reversible. Que estarán seis meses a prueba y que luego verán si cambian algo. Y por si acaso la actuación no gusta a vecinos y comerciantes, se hace una chistorrada popular.

Que el señor Cuenca quiere remodelar Pío XII, se contrata un trabajo a una empresa por 7.139 euros más 585,64 de viajes, se encarga un estudio de tráfico a otra empresa por otros 7.139 euros más otros 7.018 a otra para hacer los levantamientos topográficos. Con todo esto se elabora una propuesta (recordemos, el autobús por la mediana eliminando parte de su arbolado, los famosos “carpes”) Esto concita el rechazo de los ciudadanos y sobre todo de Bildu y Geroa Bai, que se cargan la idea, lo que deriva en la conocida rueda de prensa de Aranzadi e IE que amenazaba la estabilidad del cuatripartito municipal y que sólo fue una rabieta de Cuenca apoyada por la incombustible Edurne Eguino.

A partir de ahí, los técnicos municipales elaboran otra propuesta, se encarga un estudio de aforos por 4.222,90 euros, un prediseño de la transformación de PIO XII del que nada se ha explicado ni conocemos el coste (suponemos que serán otros 7.139 euros) y se saca un concurso por 110.000 euros para rematar los bordillos, diseñar los pasos de cebra, pintar las rayas y poco más.

Cuatro estudios, y ¿qué participación ha habido? Ninguna. Tres trabajos ya realizados por empresas externas, un cuarto en fase de adjudicación, y uno interno intermedio, casi 150.000 euros de gasto para las arcas municipales y los vecinos y comerciantes no han podido opinar. Y ahora se inventan deprisa y corriendo un proceso participativo en el que, según Cuenca, poco margen hay ya para cambiar casi nada, porque lo único negociable es el llamado “espacio flexible multifuncional”, la franja que albergará las marquesinas de autobús, los contenedores y algunas, escasas, plazas de aparcamiento para personas con discapacidad y carga y descarga.

En resumen, que todo el pescado parece vendido porque la participación en Pio XII es una trampa, un timo, un paripé. Es como si en el parque de Chantrea Sur, ahora que el parque ya está diseñado, se les llamara a los vecinos para opinar sobre las especies de los árboles o el modelo de banco. Como si ahora a los vecinos del casco se les invitase a opinar sobre si el tiempo de estancia en el interior del circuito es de 25 o 30 minutos.

Por eso es imprescindible que también en Pío XII participen vecinos y comerciantes sin tanta cortapisa y sin condiciones, paralizando la adjudicación del concurso que ahora está en marcha porque después la participación será estéril.

No es de recibo que en una misma ciudad y en un mismo momento se den procesos de participación tan distintos para cuestiones de similar alcance. No es de recibo que sólo a unos ciudadanos se les escuche. No es de recibo que unos se sientan de primera y otros de segunda o tercera categoría. No es de recibo esta participación a medida, esta participación trampa. Estamos a tiempo de que en Pío XII y en el Ensanche las cosas se hagan bien y escuchando a todos.

Espero que, si finalmente se trata tan mal a vecinos y comerciantes de Pío XII como se hizo con los del ensanche con la llamada “amabilización” al menos no se les pague con otra chistorrada.