Barkos necesita dos tardes de Foralidad

Hubo un presidente del Gobierno de la Nación que necesitó dos tardes de Economía para llevar a España al desastre. Hoy, una presidenta de Navarra parece necesitar dos tardes de Foralidad antes de despeñarnos por el precipio del soberanismo.

¿Soberanismo? Sí, Barkos se ha subido al carro de la última ocurrencia del nacionalismo vasco para tener alguna legitimidad en cuestión de soberanía y se sumó entusiasta al concepto elaborado en la “Factoría PNV” de “soberanía foral”.

Tal vez Barkos, en sus dos escasas tardes dedicadas al conocimiento del Sistema Foral Navarro, no haya caído en la cuenta de que los fueros de las provincias vascas son una concesión en origen del rey de Castilla y hoy del Estado. Tal vez no reparó, entre Teleberri y Teleberri, en que los nacionalistas se lanzaron como locos en 1978 por la vía de las autonomías “históricas” amparadas por la ahora tan denostada Constitución, en algo que siempre me pareció una cierta ansia por tocar poder.

Parece que Barkos no se dio cuenta tampoco de que Navarra eligió otro camino, más lento, más seguro y basado en sus tradiciones, en su historia y en la ley. Camino que recuerdo perfectamente cómo sus correligionarios criticaron y hasta se mofaron de él. Ese camino se llama Reintegración y Amejoramiento del Fuero.

Por lo visto se necesitan más de dos tardes de estudio y más de una entrevista con Urkullu para caer en que los Fueros de Navarran eran la “constitución” política, social y económica de un Reyno, que pervivió como Estado hasta 1841. En aquél año se llegó a un pacto con lo que hoy se denomina el “Estado” para que siguieran en vigor fueros, costumbres, competencias y fiscalidad que no fueran contra la unidad de la Nación y siempre que fueran solidarias en el sostenimiento del Estado.

Los navarros foralistas elegimos solicitar que se nos reintegraran todas las competencias perdidas en 1841, que se “amejorararan” modernizándolas y adaptándolas al sistema democrático y al siglo actual. Como a Barkos le faltan un par de tardes más para entender algo tan básico, no cae en la cuenta de que una “federación de territorios forales” significaría un descenso de categoría de Navarra de Comunidad Foral diferenciada a provincia, renunciando a nuestro Fuero paccionado, pactado, y aceptando otro en gran medida discrecional, que así como se dio se puede quitar.

Espero que si Barkos tiene otra tarde libre y quiere tomar un café para empaparse bien de Fuero Navarro, no tome ese café en Sabin Etxea y lo haga, por ejemplo, en el Archivo Real y General de Navarra, y que si quiere saber qué es soberanía, entretenga un par de sus ociosas tardes a leer la Constitución de 1978 y el Amejoramiento del Fuero. Eso sí que sería darnos a los navarros una buena noticia.